Nadie dijo que fuese a ser fácil, tampoco me dijeron que éste día iba a llegar, pero llegó. Un año y 7 meses después, estoy aquí, escribiéndote ésto, no sé con qué intención, pero necesito escribírtelo. Necesito recordarte una vez más, que has sido la persona más importante de mi vida los últimos casi 660 días. Has estado ahí para hacerme más fuerte cada vez que fallábamos, para hacerme feliz cada vez que las cosas nos salían bien, aunque fuesen un número bastante inferior a los fallos. Siempre estuviste ahí, o al menos, casi siempre, cuando necesité un abrazo y que me dijesen que estuviese tranquila. Fuiste la razón de todas y cada una de mis sonrisas, y de la mayoría de mis lágrimas. Muchos piensan que soy retrasada, porque no te odio, por todo el daño que me has hecho, que nos hemos hecho en tanto tiempo, pero es que es algo de lo que a día de hoy no soy capaz, y nunca lo he sido, aunque muchas veces me haya odiado a mí misma por el hecho de no poder odiarte. Quiero que sepas, que no me voy a olvidar de tí, ya no sólo porque no quiera, sino porque tampoco puedo. Porque mire a donde mire, vas a estar tú, como siempre has estado. Porque cada vez que esté en clase de Lenguaje y me tenga que poner a hacer la tarea, leeré cómo en cada esquina de mis libros está escrito Miguel y un corazón, o Miguel es un idiota, o un simple te quiero, que sé que era para tí, porque no he querido a nadie más como te he querido a tí, ni si quiera una cuarta parte, a nadie y repito: A NADIE. Supongo que iré por la calle y en cada banco que me siente me acordaré de que también me senté contigo y que ahí discutimos, nos abrazamos, nos dimos quinientos besos, nos reímos, nos pusimos a cantar, a hacer el tonto, nos contamos muchas cosas, pero siempre juntos. Supongo también, que los 20 de cada mes, escribiré la fecha en la libreta o la miraré en el móvil y una parte de mi corazón hará: 'crack' y se romperá un poquito, pero sólo un poquito. Cuando mi madre me pregunte: ¿Dónde está Miguelito hoy María?, no sabré qué decirle ni cómo decírselo, así que espero que me entienda cuando la mire y me quede callada o directamente, esquive la pregunta. Que sepas que siempre tendré presente cada promesa de esas de meñique y me entrarán ganas de llorar cuando me acuerde de que un día me prometiste que íbamos a estar juntos siempre, en la puerta del ascensor de mi casa nueva, un día antes de que te fueses a entrenar, tarde como siempre. Y de todas las gilipolleces que hacías para verme reír un rato, o de las veces que estábamos enfadados, me abrazabas y en el momento en el que retorcías el borde de mi camisa con las manos, sabía que te morías de ganas de llorar, porque conozco tus muecas y sé lo que vas a decir siempre después de cualquier frase, porque sé cuáles son tus miedos, y tus manías, tus películas favoritas, porque sé por qué no te pones tus tenis negros esos feos, porque sé que probablemente ya no vuelvas a comprar m&m's nunca más, porque estarás harto de ver miles de paquetes por todos lados y que esas inciales signifiquen lo que a día de hoy significan para los dos. Porque me costará demasiado estar conectada y no ponerte que te quiero, ni verte e ir corriendo a darte un abrazo, o estar peleada con mis padres y que me llames y me dejes contarte mis historias que ya te sabes que siempre dejas que te cuente una vez más, porque sabes que lo necesito. Me costará acostumbrarme a que ya no halla alguien que me diga: Eh, eh enana, que no llores, que estoy aquí, eh eh, Mah, que estoy aquí, que no estás sola.. Porque no hay nadie, NADIE que me haga temblar por el simple hecho de que me acaricie el pelo y me dé un beso, ni alguien que se ponga a hablar atropellando unas palabras con otras para que le haga callar de una manera como nosotros sabemos, para conseguir el único silencio que nunca es incómodo entre nosotros, que ya no habrá nadie que me coja la cara y me dé un beso y que luego me diga: ¿Ya? y yo seguirle contando lo de antes para que siga haciendo eso que tanto me gusta una y otra y otra vez hasta que se canse..Y aunque sea de mazoca o de tonta, que sepas que seguiré mirando mi móvil veinte veces antes de irme a la cama para ver si te has acordado de mí aunque fuese un momento y te diese por llamarme para venir a verme.. ¿Y sabes por qué?, porque eres el puto amor de mi vida, y a tí sé que no te reemplazará nunca nadie.
PD: Acuérdate siempre, infinito.
