A time.

Deja de ser egoísta por un momento, ¿quieres? Por favor, entiéndeme. Necesito irme. Tengo esa necesidad. No, no la necesidad de escapar y de dejarte atrás. Es la necesidad de vivir, de estar en un lugar donde nadie me conozca y pueda salir a la calle despeinada y sin pintar, sabiendo que nadie me mirará raro y pensará que estoy loca, teniendo la certeza de que todas las personas que me miren por la calle tendrán la curiosidad de saber quién soy, y no darán por hecho que me conocen. Necesito pasarme una noche tirada en el jardín de esa casa que tengo alejada de todo, mirando las estrellas y preguntándome quién soy, qué será de mí y por qué me iba a reprochar el hecho de serlo. Conocer bien mis sentimientos y mis miedos. Ordenar mis ideas. No, no quiero olvidarte, ni a ti, ni a nadie. Sólo quiero volar. Dejar que el aire choque contra mi cara por la tarde y me alborote el pelo y no tenga que preocuparme de volver a peinarme o arreglarme para salir. Necesito despertarme, mirarme en el espejo y reconocerme, saber quién es esa persona que está reflejada, y saber que me gusta ser eso que veo en el espejo y no desear ser cualquier otra persona en ningún momento. Necesito despertarme una mañana e ir a la playa sola, sin miedo a encontrarme a nadie y piense la pobre, tiene que ir sola. Necesito estar sentada en la orilla de la playa, que alguien me mire y yo saber que tiene curiosidad por conocerme, dejarme conocer por quien a mí me apetezca, sin obligaciones, ni ataduras. Sentir que puedo abrazar a esas personas a las que tanto he añorado durante un año entero, y tener y revivir miles de recuerdos, como los pasados veranos. Nunca me había parado a pensar lo importante que era eso de darse un tiempo a uno mismo, hasta que me vi ahogada en mi propio vaso de agua, sin saber qué hacer ni cómo salir. Y no, no quiero ayuda para salir. Quiero salvarme sola, regular la cantidad de agua de mi propio vaso, zambullirme en el mar y salir como nueva. Que ya es hora. Ahora es lo que toca, VIVIR.
Las Palmas, mi sitio, el único.

Pd: no, no sé cuándo volveré, ni cuánto tiempo estaré allí o al menos, querré estarlo, pero una cosa tengo clara, volveré cuando me haya encontrado y cuando haya sido realmente feliz.